Los suplementos dietéticos cubren un amplio espectro que abarca desde los comprimidos tradicionales de vitaminas y minerales hasta prehormonas. Debido a la diversidad de los suplementos dietéticos, es difícil dar recomendaciones o pautas genéricas sobre ellos.
Los suplementos de vitaminas y minerales siguen siendo los más consumidos. Aunque los suplementos de vitaminas-minerales se consideren sin riesgo, no es cierto. El contenido del suplemento debe ser un complemento y terminar de completar la alimentación del individuo. Existen casos habituales en que se emplean suplementos: por ejemplo, personas que no consumen productos lácteos toman suplementos de calcio, o personas que viajan mucho consumen suplementos de vitaminas y minerales para asegurarse de que toman los nutrientes necesarios. No es raro observar que las personas que toman suplementos dietéticos siguen una dieta ya equilibrada sin necesidad de ellos.
Igualmente, a menudo es la persona que no consume suplementos el que lleva una dieta inadecuada y se beneficiaría de la suplementación. Los excesos son tan peligrosos como los déficits. Por ejemplo, el consumo excesivo de hierro puede ser peligroso para personas con hemocromatosis. por la cual el cuerpo absorbe y almacena excesivo hierro en los tejidos, lo cual provoca una insuficiencia general. El exceso de zinc puede reducir el colesterol con lipoproteínas de alta densidad. y un exceso de calcio supone un riesgo de tener cálculos renales.
A menudo se añaden vitaminas y minerales a variedad de suplementos (batidos, geles, etc.). además de en los cereales del desayuno, las barritas energéticas y las bebidas isotónicas, existiendo una creciente posibilidad de un consumo excesivo. Las ingestas excesivas, sobre todo de hierro, calcio, zinc, magnesio, niacina, vitamina I3„ y vitamina A, deben corregirse.
Un dato habitual es que la elección de suplementos no se ajusta a las carencias de la dieta, lo cual provoca una ingesta excesiva de algunos nutrientes sin corregir los déficits de otros. Una forma de introducir un poco de sentido común en todo este caos de suplementos, es establecer categorías. La mayoría de los suplementos pertenece a alguna de la siguientes categorías.
- Sustitutivos de comidas: bebidas y barritas.
- Fuentes de proteínas: bebidas, polvos, comprimidos Aminoácidos, Glutamina, tirosina.
- Fuentes de hidratos de carbono: bebidas isotónicas, barritas y geles energéticos
- Pre- y prohormonas: Androstenodiona, DHEA
- Sustancias bioquimicas/metabolitos: Creatina, HMB, piruvato, ALC
- Hierbas: Ginseng, hierba de San Juan, guaraná
La evaluación de un suplemento concreto depende del caso particular de cada uno.