miércoles, 23 de marzo de 2016

Evaluación del estado nutricional.

La evaluación del estado nutricional de un individuo o grupo de individuos trata de determinar el nivel de salud y bienestar desde el punto de vista de su nutrición para sus actividades diarias y depende del grado en que las necesidades fisiológicas, bioquímicas y metabólicas de nutrientes están cubiertas por la ingesta de alimentos en la dieta.


Para realizar una dieta equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas, es imprescindible conocer los alimentos. Ningún alimento contiene todos los nutrientes, por ello es necesario combinarlos para conseguir un aporte de todos los nutrientes en la cantidad adecuada y cubrir así las necesidades orgánicas.

Una dieta equilibrada: Es aquella formada por la variedad de alimentos que aportan una cantidad adecuada de todos y cada uno de los nutrientes que necesitamos para tener una salud óptima.

Depende de una serie de factores personales, tales como el sexo, la talla, el peso, la edad, la actividad que realizamos, el clima y el entorno en el que vivimos.Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta para la elaboración de un menú equilibrado.

Las cantidades de los macronutrientes deben estar equilibradas entre sí:

-   Proteínas 15 % del aporte calórico total.
-   Glúcidos 55-60 % del aporte calórico total.
-   Lípidos el 30 % de las calorías totales ingeridas.










Dividir el aporte energético a lo largo del día.

    -   30% desayuno + media mañana
    -   30% comida
    -   10% merienda
    -   30% cena

Alternar la variedad de alimentos y formas de cocinado.

Con estas recomendaciones, junto con la ayuda de la pirámide de alimentos y la tabla de composición de alimentos, podemos confeccionar un menú equilibrado.

Para calcular el estado nutricional de cualquier persona, se deben seguir unas pautas y tener en cuenta los siguientes aspectos:

- La composición corporal: se utilizan medidas antropométricas que incluyen el peso, la talla, relaciones talla-peso, pliegues cutáneos y perímetros. Es muy importante valorar los cambios a lo largo del tiempo, ya que una medida aislada tiene poco valor.


- Situación del metabolismo: a través de muestras bioquímicas, normalmente de sangre, orina, heces, se pretende detectar las posibles carencias nutricionales y confirmar el diagnóstico de malnutriciones específicas. Para ello, se valora la presencia en el organismo de proteínas, azúcares, grasas, vitaminas, minerales y la respuesta inmunológica.

- Situación fisiopatológica: se realiza una exploración clínica dirigida a valorar globalmente la nutrición y a detectar la existencia de carencias y cualquier otro signo patológico. Se pueden llevar a cabo las siguientes pruebas: examen clínico general, mediante la exploración sistemática y ordenada de todo el organismo; investigación de signos carenciales: intentando detectar la presencia de carencias nutritivas.

- Informe psicosocial: se analizan aquellas circunstancias que puedan influir en los hábitos alimentarios o modificar el gasto energético, tales como el ejercicio físico, las relaciones familiares y extrafamiliares, la pertenencia a grupos que siguen dietas especiales, etc. También tienen gran influencia sobre los patrones nutritivos el estilo de vida, la situación económica, el ambiente cultural y los factores étnicos.

- Historia dietética: el conocimiento del ingreso dietético es fundamental para obtener información sobre la causa de un posible trastorno. La historia dietética se utiliza como fuente complementaria de información. Los métodos empleados para la recogida de esta información suelen ser la encuesta de las últimas 24 horas, el diario dietético durante 5-7 días, el control de compras y el consumo de alimentos.

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