lunes, 7 de marzo de 2016

Heridas: qué son y cómo diferenciarlas.


Las heridas son aquellas lesiones causadas en el organismo por la acción de un agente traumático que origina una pérdida de continuidad en la piel o en las mucosas, produciéndose una comunicación entre el interior del foco traumático, antes estéril, y el exterior.




Las causas de las heridas se pueden clasificar en tres grupos distintos:

A) SEGÚN EL AGENTE CAUSANTE.


- Heridas Incisas. Originadas por la acción de un agente cortante. como por ejemplo un cuchillo, una navaja, un cristal, etc. Se caracterizan por ser unas heridas de bordes muy limpios y sangrantes.

- Heridas Contusas. Producidas por la acción de un objeto de superficie roma o redondeada, como por ejemplo una piedra, puño, palo, etc. Los bordes generalmente, están aplastados y aunque también son sangrantes, lo son en menor proporción que las anteriores.

- Heridas Punzantes. Están originadas por la acción de objetos alargados y puntiagudos, como por ejemplo, agujas, clavos, etc., se caracterizan porque en este tipo de heridas predomina, generalmente, la profundidad sobre la superficie.


- Heridas por desgarro y arrancamiento. Se producen por un mecanismo de tracción violenta sobre los tejidos, como por ejemplo: Atropellos. Se caracterizan por la gran separación, irregularidad y despegamiento de sus bordes, pudiendo tener lugar la separación violenta de algún sector orgánico (falanges, cuero cabelludo, etc.).

B) SEGÚN LA FORMA DE LAS HERIDAS.

- Heridas lineales. En función de la línea que dibujan, pudiendo ser rectas, curvas, estrelladas, etc.

- Heridas en colgajo. Cuando el agente causante actúa dando lugar a una separación parcial de tejidos unida al resto del organismo por una porción llamada pedículo.

- Heridas con pérdida de sustancia. Igual que en el caso anterior, pero en este no existe pedículo de unión.

C) SEGÚN LA GRAVEDAD DE LAS HERIDAS.
- Heridas simples. Son las heridas superficiales, es decir, las secciones de la piel poco profundas y de pequeña dimensión.




- Heridas complicadas. Son aquellas heridas que afectan a órganos profundos y de importancia funcional (huesos, nervios, etc.).

- Heridas Graves. Son aquellas en las que se afectan partes del organismo donde existen vasos importantes y órganos vitales.

Se pueden dividir en:

- Heridas penetrantes. Cuando el agente traumático penetra en una cavidad pero no lesiona las vísceras u órganos allí contenidos.

- Heridas perforantes. Igual que en el caso anterior, pero en este, si lesiona las vísceras u órganos allí contenidos.

SÍNTOMAS PRINCIPALES DE LAS HERIDAS.

- Dolor. Es variable según la sensibilidad del individuo. También está en función del agente traumático, así por ejemplo, un corte limpio producido por un agente muy afiliado, es menos doloroso que si el corte está producido por otro agente de superficie más ancha e irregular.


- Hemorragia. Por la afectación de algún vaso o capilar distinguiéndose hemorragias.

- Separación de los bordes. La separación de los bordes depende no solo de la forma y modo de actuar el agente traumático, sino también de la elasticidad y posibilidad de retracción de los tejidos.

TRATAMIENTO DE LAS HERIDAS.

(a) HERIDAS SIMPLES O SUPERFICIALES. En primer lugar es necesario lavar las manos con agua y abundante jabón antes de proceder a tratar ningún tipo de herida.


Así mismo también es necesario que el instrumental que se va a utilizar debe estar estéril.


A continuación limpiar la herida con agua a chorro, de forma que la misma incida sobre el centro de la herida con él animo de que arrastre todos los cuerpos extraños que pudiera contener la misma.


Seguidamente se procederá a limpiarla directamente con gasas estériles, haciéndolo desde el centro de la herida hacia la periferia, utilizando una gasa cada vez. Las gasas se empaparán previamente en algún antiséptico.
Finalmente se procede a cubrir la herida con gasas estériles empapadas en solución antiséptica y practicar un vendaje.


En el tratamiento de este tipo de heridas, nunca se utilizará algodón para limpiarlas (puede quedar algún filamento dentro de la herida) ni se aplicarán polvos de antibióticos, sulfamidas ni ningún tipo de cremas o ungüentos.

(b) HERIDAS GRAVES. En principio y como norma general, se consideran heridas graves a todas aquellas que no sean eminentemente superficiales. El tratamiento consistirá en:

- No explorar ni tratar de curar la herida.

- Colocación de un apósito estéril y fijación del mismo mediante un vendaje.

- Traslado a un centro sanitario.



La colocación del apósito con el vendaje tiene como fin el luchar contra la infección (al ser estéril el apósito) frenar una hemorragia, mediante la oportuna compresión con el vendaje y disminuir el dolor, al inmovilizar la zona lesionada. Una vez colocado el vendaje, este no se retirará excepto que el dolor aumente considerablemente o bien la hemorragia se haga más copiosa, y finalmente si el herido refiere que se le duermen los dedos de los miembros o la zona afectada; en estos casos el vendaje se afloja y se procede otra vez a su colocación.

Si existe pérdida de sustancia, o de cualquier parte del organismo (dedo, diente, etc.), colocarlo dentro de una bolsa de plástico, a ser posible estéril, y esta a su vez, ponerla dentro de otra bolsa en la que exista frío (hielo, bolsas de frío, etc.), trasladando la misma al hospital junto con el herido, por si hubiese posibilidad de su reimplantación.

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